2010

No tenía pensado hacer una entrada de estas de final de año, pero es que, la verdad, este año ha estado cargadito. Pero va a ser cortita.

Me he redescubierto a mi mismo (Yo me entiendo) he conseguido amigos de los que no desaparecen a la semana, nos hemos semi-independizado en CasaDeAbuela, me he reido, mucho, demasiado a veces, que me he llegado a quedar en coma por dolor de tripa y lágrimas.

Me he dado cuenta de muchas cosas que antes ignoraba, he descubierto a la señora Barbijaputa, y a los demás de la pandilla, como Heike, BlancoHumano etc... ¡Y Ana Milán me hablo por twitter!

Me he vuelto un yonki cachimbero y twittero, he conseguido libertad de horarios, he seguido torturando a los vecinos cantando a todo volumen cuando estoy solo en casa, y no se, en general, ha estado mejor el año de lo que yo esperaba, quitando algunas cosas en casa.

Pero, tengo que aprovechar también esta entrada para felicitar al señor Gordo, que es una persona muy especial, que ha hecho, sin quererlo, que me de cuenta de quien soy, y de como soy, y aunque no es que hablemos demasiado últimamente, y a aunque apenas nos veamos, creo que tardaré mucho tiempo en olvidarle, si es que lo hago. Y esto viene a que hoy, a parte de ser el último día del año, es el cumpleaños de este señor. Felicidades Gordo, eres la hostia.

Así que nada, a todos los que habéis hecho que este año sea la hostia, y, que coño, también a los que habéis intentado joderlo: GRACIAS, gracias porque si no estuviese alguna de las dos partes, este año no habría sido así.

La plancha espacial

Seguro que esperábais que hablas de mis notas, o que dijese lo muy contento que estoy porque empiezan las vacaciones de navidad... pues no.

Hoy os voy a hablar de uno de estos momentos que salen de la nada, arrancándote una sonrisa de la cara, o, en mi caso, un descojone general bastante difícil de parar. Es un momento que he tenido con Bailes, que hacía mucho que no estaba con ella, y la verdad es que se la echaba de menos, y más momentos como estos:

Después de estar de cena de cumpleaños, hemos llegado a casa de Bailes, y ella ha empezado a llamar y a hacer ruidos a su madre para avisarla de que estaba ahí y que nos íbamos a quedar un rato en el portal, y no podía llamar porque si no despertaría a su padre. Y mientras ella llamaba, o lo que fuese que hacía, a mi me ha llamado algo la atención encima de un seto:

-¡Bieeen, tengo una cuerda!
Empiezo a tirar de la cuerda.
-¡Bieeen, tengo un enchufe!
Resulta que no era una cuerda, sigo tirando.
-¡Bieeen, tengo una plancha!
-Espera, ¿Que qué?
-Si, mira tengo una plancha.

Porque señores, yo no se en que bloque vive esta mujer, que sus vecinos tiran planchas al jardín, pero es que ahí no ha acabado la cosa. La plancha en cuestión no era una plancha normal, era ésta.

Y claro, a mi me das algo que es un poco más excéntrico de lo normal, y me pica la curiosidad. Cuando le das al botoncito de girar acaba pareciendo de todo menos una plancha:

-¡Mira Bailes, parece una nave espacial!
-Es cierto.
-¿Y si le doy a este botón qu..?
PCHSS
-¡Ah! AGUA ¿Por qué le queda agua dentro?
-Es el propulsor de la nave, para ir hacia arriba.
Le quito la tapa de lo del agua.
-Y por aquí entran los marcianitos, mira, se llama PALSON explorer...
-Vamos a buscar para que pueden ser siglas PALSON
-Planeta Alejado de...
- La Luz Solar...

-O no.

-Si, Luz Solar.
-No, que digo que la O y la N son O No. Planeta Alejado de la Luz Solar... O No.

Justo en ese momento ha llegado un vecino de Bailes, y por mucho que he intentado explicárselo con mi mirada arrebatadoramente expresiva, yo estoy convencidísimo de que ha subido a su casa pensando que estábamos borrachos.

También hemos hablado de chicos, pero eso ya es más nuestro.

PD: El otro día me di el susto más tonto del mundo, porque abrí la mampara de la ducha y pegué el bote del siglo porque creía que Batman estaba dentro... luego resultó ser la capa del tinte de mi madre colgada de la alcachofa...

En busca de la bolsa perdida

En anteriores capítulos, la pérdida de la bolsa.

Cómo dentro de la bolsa estaba el DNI, tuve que ir a la comisaría a poner la denuncia y renovarlo, el caso es que yo ya les sonaba un poco:

-Si buenas, es que mi hijo a perdido el DNI y venimos a poner la denuncia.
-Pero ¿Ustedes no estuvieron la semana pasada para denunciarlo?
-No, eso era el pasaporte.
-Es que lo perdí en Berlín, pero el DNI lo he perdido en un bus.
-Joder, pues vamos, ya te debes saber hasta el procedimiento de las denuncias. Podrías ser policía y todo.
Estaba gracioso el hombre, pero mi madre aun más:
-No que va, seguro que perdería el coche o el arma.
Festival del humor
-Si, pero antes la usaría para meteros un tiro a cada uno. Je je.

Después de este alarde de ingenio humorístico por parte de mi madre y del poli, me fui a casa, que por lo menos había perdido clase con la tontería, aunque antes le saqué un desayuno a mi madre.

Después, por la tarde, estando en el ordenador suena el timbre. Yo no soy de los de contestar por el telefonillo porque suena a ornitorrinco en celo, si espero a alguien abro, y si no, pues me asomo por la ventana que es un primero. Me asomo y veo a una mujer rumana.

-¿Si?
-Una bolsa...
-No.
-Que si.
-¿Cómo que si?
Chulerías a mi las justas.
-Si, una bolsa con un bañador y...
-¡Y UNA CARTERA! Si. ¿Donde está? Devuélvemela, yo te pago el rescate, pero no la hagas de sufrir por favor, que es joven.
-No mirar, es que la encóntre, y la lleve a la empreso de autobusos, pero antes anote tu dirección para decirte que iras a por ella.
-Ajam... ¿Y no se te ocurrió traérmela y ahorrarme el paseo, so gilí? Muchas gracias, ahora mismo voy a por ella.

Con las mismas, cogí el teléfono y llame a la empresa de "autobusos" como diría la mujer:

-Buenas, llamaba por una bolsa con un bañador y una cartera que han dejado ahí.
-Un momento, que miro.
Momento telefónica, me daba tiempo a hacerme un chalet en algún lado.
-Aquí no hay nada.
-Pero si me han dicho que lo habían dejado ahí...
-Ah si, es que como era amarilla no me había fijado.
-¿Y que cojones tendrá que ver que sea amarilla?
-¿Vas a venir a por ella o no?
-Si si, claro.
-Pues date prisa que cerramos en una hora.

Me visto, miro que bus me deja en la empresa, que aunque resulta que todos salen de ahí, ninguno te deja en ella, solo uno te deja a unos cinco minutos andando.
Paso por una puerta con un par de seguratas que ni me miran, y entro a donde esta la ventanilla de reclamaciones, y me veo a un tío repachongado en una silla de oficina, comiendo Doritos y viendo algo en el ordenador, que no estaba seguro de lo que era.

-Hola, venía a por mi bolsa.
-¿Qué bolsa?
Que cruz.
-La del bañador y la cartera. ¿Qué le habéis hecho, cabrones?
-Aquí no ha...
-LA AMARILLA.
-Ah si, toma.
-¿Así, sin identificación ni nada?
-¿Identifiqué?
-Nada nada, dame también esas llaves de Ferrari que me lo llevo puesto.

Ir a comprar y volver sin ná.

Últimamente me estoy dando cuenta de que el tipo de blogs que yo conocía al principio, el de contar las cosas que te ha pasado ese día, y al siguiente y al siguiente etecé, cada vez me gustan menos, porque mas que un blog parece un diario.

Y hombre, ya dispuestos a remodelar completamente el blog, remodelemos también éste aspecto, que yo tengo unas cuantas de estas. Así que ahora, pondré cosas que me pasen que me parezcan graciosas (Al resto, que a lo mejor a mi en el momento no me hizo ni puta gracia eh) o hazañas de las que si me las quedo dentro, lo acabé pagando caro. Concretamente lo que cobre el psicólogo.

Así que eso, en la nueva era del blog, todo va a cambiar... proximamente en los mejores cines

Y bueno, que últimamente en vez de hacer cosas, no hago más que escribir que las voy a hacer, así que empezaré esta nueva época del blog con una de mis historias de pérdida de memoria y/o objetos materiales en el proceso:

La gente que me conoce sabe que vendí mi memoria por droga, de hecho hasta la gente que no me conoce se da cuenta de eso rápidamente. Es decir, tengo buena memoria para algunas cosas (Las que me interesan) pero normalmente soy un auténtico desastre, tanto que puedo ir a un centro comercial y volver sin nada. Literalmente, sin nada. Bueno la ropa si joder, que os conozco:

Suena el móvil.

-Psycho, soy ChicaPerra, que Ancla nos ha invitado a su piscina, vente.
-ChicaPerra, sabes de sobra que odio las piscinas, hay niños corriendo y salpicando y gérmenes, y chonis y...
-Que te calles, que sabes que no tienes plan alguno y hace un calor de la hostia.
-Joder, pero que no tengo ni bañador ni hostias, si me acompañas a comprarme uno vale, si no que os den a las dos por donde amargan los pepinos.
-Pero... si hemos quedado esta tarde, a las 5. ¿Cuando coño piensas ir a comprarlo?
-Ya, obviamente, tira pa la parada del bus, que voy yendo.

Y perdemos el bus. Y cogemos el siguiente. Y llegamos al centro comercial.

-Vale, y ahora ¿Donde coño me compro yo un bañador aquí que ni me cueste un riñón ni sea pokero?
-Creo que aquí de eso no gastan.
-Pues estamos apañaos...

Después de recorrernos medio centro comercial, eliminando posibles candidatos a bañador porque, o eran mas feos que el aborto de un mejillón, o se pagaba con órganos vitales, o debido a mi mierda de cintura me quedaban grandes hasta los pequeños, encuentro uno, más cantoso que un torero con traje de luces en un entierro y me lo compro.

-Tengo hambre, vamos a comer algo.
-Vale, que tengo cupones descuento para el Burriquín.
-Genial, así pagas tu y como yo, que esta la cosa mu mala.
Siempre aprovecho los tickets de ChicaPerra para comer por el morro.

Comemos, y a eso de las 3, cogemos el autobús de vuelta. Bueno, el que creíamos que era de vuelta, porque tenemos los dos el mismo sentido de la orientación que un ladrillo. Y nos plantamos en el coño de CutreVilla.

-¿Tenemos que andar TODO esto?- Digo señalando el bonito camino con sol Madrileño que nos espera - Le estoy cogiendo aun mas asco a las piscinas, y joder, encima tengo que cargar con la bol... HOSTIAPUTATÚQUEMEHEDEJADOLABOLSAENELAUTOBÚS.

Y detrás del bus que vamos, más al coño aun, a ver si cogíamos al autobús que daba la vuelta relativamente cerca, pues no, ni de coña. Así que nos plantamos en la parada de sentido contrario a esperar al bus que tenía las cosas para entrar a por ellas, porque a parte del bañador, me había dejado la cartera con DNI, dinero, la droga tarjetas varias...

Después de subirme en 2 autobuses que no eran, por el morro claro, solo para mirar si esta la bolsa o no, ante la estupefacción de los viajeros, decidimos andar un poco para no perder el tiempo, y perder el bus que si que la tenía. Bueno, esto no lo decidimos, es que el autobusero era un poco hijo de puta no debió vernos, y no paró cuando le hacia multiples aspavientos cual epiléptico en pleno ataque mientras corría y gritaba detras del bus.

Así que nada, me volví con menos de lo que tenía, rescate un bañador andrajoso del cajón para ir a la maldita piscina, y le conté a mi madre que nos habían atracado, porque era la cuarta cosa que perdía esa semana, y no me apetecía morir joven.

En la próxima os cuento como recuperé la bolsa, yo os avanzo que sale una rumana caritativa...