De caza - Segundo capítulo de Vampire Life

Tadá! Aqui esta el segundo capítulo de Vampire Life. En este ya hay mas acción. Espero que os guste y tal =D


De caza

Siempre solemos llegar un cuarto de hora antes de que empiecen las clases, incluso con mis constantes retrasos.

Cuando llegamos, Carlos y Kate, los otros dos amigos vampiros, ya se encontraban en la puerta de la universidad. Todos teníamos nombres extranjeros, para poder tener una excusa del por qué eramos tan blancos.

Estaban esperándonos, en la sombra del edificio, esperando a Ailyn para poder desplazarse.

-Te estábamos esperando, chica del tiempo-comentó Kate en voz alta.
-Estaríais perdidos sin mi, y lo sabéis- contestó Ailyn.

Kate era una chica bajita, con el pelo rubio platino, que le llegaba hasta el final de la espalda. A penas llegaba al metro sesenta y era muy habladora, a veces demasiado habladora. Aparentaba una total inocencia, pero en el fondo, el don de Kate era bastante peligroso. Kate podía borrar todos los recuerdos de alguien con solo besarle, en cualquier parte del cuerpo. Kate podía producir una amnesia total con toda facilidad, pero si quería borrar solamente parte de los recuerdos, tenia que saber que recuerdos eran, ya que no podía verlos dentro de sus víctimas, solo podía borrarlos.

-¿Que Sam, estudiando para el examen?-pregunto Carlos.
-Si, ya que veo que soy el único que estudia por aquí- comentó Sam resignado.
-¿Para que estudiar, si puedo ver lo que tu pongas?-
-Te odio-dijo Sam
-Lo sé-contesto Carlos con una amplia sonrisa en la cara.

Carlos era un chico de estatura media, bastante robusto y con el pelo castaño, mas corto por los lados que por la parte superior. Era realmente educado con el resto de la gente, serio, y formal. Pero entre nosotros era un amigo más, con el que nos reíamos cada vez que le gastaba una de sus bromas a Sam. El don de Carlos, como decíamos nosotros, le permitía usar a una persona como cámara web. Podía ver, oír, oler y sentir todo lo que esa persona pudiese, era realmente útil, y parecía el don complementario al mio, ya que el no podía controlarles, solo sentir lo mismo que ellos.

-¿Entramos o pensáis que acampemos en la puerta?-mi voz sonó mas inexpresiva de lo que pretendía.
-Vale, vale, ya entramos señor alegría de la huerta-comentó Ailyn en su tono habitual.
-Arian -intervino Kate- ¿cuando vamos a ir a... comer? Porque la gente ya esta empezando a darse cuenta una vez más de que nuestros ojos cambian cada dos por tres.
-Por no mencionar que tengo una sed que me comería al de bioquímica... bueno no tanta-repuso Ailyn.

Todos estallamos en carcajadas.

-Tenia pensado que fuésemos esta tarde, después de las clases a la sierra, a ver si encontrábamos algún oso, o algunos lobos-
-Me da pena matar lobos-comentó Sam.
-Si, tu prefieres alimentarte de lindos conejitos-vaciló Carlos.

Estábamos acostumbrados a beber sangre de animales en vez de humanos, ya que nosotros habíamos sido humanos, y somos lo que somos por vampiros que intentaron acabar con nosotros. Pero claro, de vez en cuando, si teníamos demasiada sed, nos alimentábamos de humanos, pero nunca de inocentes. Buscábamos gente que hubiese cometido algún delito e hubiese salido impune, o que maltratase a su pareja, o cosas similares. A Ailyn le gustaba bromear con eso diciendo que teníamos complejo de Equipo A. El problema era que siempre que nos alimentáramos de esa manera, nos tirábamos una semana con gafas de sol y lentillas de colores, ya que el rojo de los ojos no nos parecía precisamente discreto, aunque era muy útil para salones del manga y similares.

La mañana transcurrió sin ningún altercado, y como habíamos dicho, fuimos después de las clases a la sierra.

Yo podía usar mi don con los animales, pero resultaba mucho mas emocionante si no lo hacía, ya que hacia la caza mucho mas divertida. Nos gustaba tomarnosolo como una competición. Había dos premios. Uno para el que cazase una presa antes que el resto, y otro para quien cazase la pieza mas grande y pesada. El marcador iba bastante igualado entre todos.

-Seguro que vuelvo a ganar el de la cazadora mas rápida-comentó Kate con aires de superioridad. Era cierto que era bastante más rápida que el resto-llevo ganado ese premio 23 veces, el que mas se me acerca es Carlos con 17. No teneis nada que hacer.

-A no ser que me de por pararte los pies-sonreí-¿No crees pequeñaja?

Tambien podía usar mi don con vampiros, pero no era ni la mitad de efectivo. No podia hacer que se moviesen con facilidad a no ser que estuvisesen bastante debilitados, y ellos eran coscientes en todo momento de que estaban siendo controlados.

-Bla, bla, bla-No vais a poder hacer nada, creo que va a llover de lo lindo, no se por qué tengo ese presentimiento-Ailyn se rio para si misma.
-¿Y tu que vas a hacer Sam? ¿Hacer una fórmula matematica para ver a cuantos metros por segundos tienes que embestir?-dijo Carlos en otra de sus bromas hacia Sam.
-No, estoy planeando como dejarte por los suelos, si quieres te hago un esquema con dibujitos y todo.

Seguimos charlando sobre como ibamos a actuar cada uno hasta que llegamos al principio del bosque, donde siempre empezaba nuestro juego particular. Nos miramos una sola vez, al mismo tiempo que gritábamos: YA!

Mis piernas se activaron con la misma velocidad que la que tiene una bala al salir del cañón. En un momento me hallaba corriendo por el bosque mientras buscaba alguna presa sustancial. Posiblemente Kate no me daria tiempo a ser el primero, asi que buscaba algo grande. Un oso por ejemplo.

En ese mismo momento empezo a levantare un denso banco de niebla, y una fina lluvia empezo a empaparme.

-¡Tramposa!-le grité a Ailyn.
-Os dije que iba a llover-respondió desde la otra punta del bosque.
-Lo siento Kate! La primera presa es mía-la voz de Sam resono por todo el claro. Efectivamente el olor a sangre de animal recorrio el bosque en milésimas de segundo.
-¿Que has cazado? ¿Un bonito ratoncito?-esta vez fui yo quien me adelanté a hacer la broma, pero sabía que Sam no me contestaria en un buen rato.
-¡Eh! No me pises los chistes, señor marionetista!-me replicó Carlos.

Pero, de repente, toda la diversión se desvaneció en un momento. Un aroma dulce recorrió mis fosas nasales, y en ese mismo instante lo supe. Humanos. Oía el latir de dos corazones. Corrian atemorizados de algo. Pero habia algo aun peor. Estaban heridos. La sangre resbalaba por sus brazos e iba goteando por el sendero. Posiblemente les hubiese atacado algun animal. Pero en ese momento no tuve tiempo para pensar, tenia muy claro lo que iba a hacer.

Centre mi mirada en uno de los dos hombres, ahora que me fijaba, llevaban trajes de presidiarios. No les habia herido un animal, habian escapado de la carcel. No necesitaba mas motivos. En una décima de segundo, estaba jugando a ser el marionetista que tanto me gustaba. Uno de ellos, el mas grande y joven frenó en seco.

-¿¡Que narices estas haciendo Fernando!?-berreó el otro hombre -Sigue corriendo joder, no queremos que nos encuentren- Por supuesto, Fernando no respondió.

Ahora me centre en el que gritaba, le hice callar, y le mande corriendo en direccion a donde estaba Ailyn. Seguro que le gustaria mi regalo.

Cuando el otro hombre se habia alejado, me acerqué a Fernando en apenas una fracción de segundo y giré su cuello con brusquedad. No habia necesidad de que sufriese. Deje ver mis dientes, y los clave en la arteria carótida, succionando hasta la ultima gota de sangre. Hacía mucho que no me daba un festín así. Saque un mechero y le prendí fuego al cuerpo, no nos gustaba dejar pruebas cuando perdiamos el control.

Regresé con tranquilidad al claro, observando a Kate y Sam, que ya se encontraban ahi, con unos relucients ojos dorados. Los mios ahora serían de un rojo intenso.

Joder pensé para mis adentros cuando pense en lo mucho que odiaba las malditas lentillas de color.

Kate se me quedo mirando y contestó -Creo que ya se quien se lleva el premio de la mejor presa. ¿No es así Arian?-
-Mi oso era tres veces mas grande de lo que cualquier humano pueda ser-comentó Carlos que acababa de llegar.
-Pero recuerda que dijimos que los humanos eran comodín-comentó Sam.
-Entonces yo también gano premio-agregó Ailyn.
-Que te lo has creido señorita meteosat, mi humano era más grande, por lo que ya van 21 premios al mas grande, te supero.

Volvimos a casa haciendo recuento de los premios ganados y haciendo planes para el fin de semana que se avecinaba, entre chistes y piques varios.

---------------------------------------------------------
Y hasta aquí el segundo capítulo. Espero que os guste =)

4 comentarios:

  1. ya no quedan escusas fran, ya no quedan escusas...


    esta bien! pero eso de q 5 parrafos avises q solo podiancomer humanos si eran delincuentes yyyy casualidad casualidosateencjutrnes unosq se escapan de lacarcerl...
    predecible a little bit

    bueno sigue escribiendo q me hac descoenctarme del tuenti por unos minutos xD

    ResponderEliminar
  2. YSEMEHAESTROPEADOLABARRAESPACIADORAPARECESER

    pd:no te cagues mucho en mi por ponerte 3 comentarios seguidos xDD

    ResponderEliminar
  3. Vaya, por fin te ha salido la vena de escritor :P
    Y por lo que veo no se te da nada mal.
    Seguiré leyendo ^^

    Un beso, Abi.

    ResponderEliminar