Niña del averno

Hace mucho que no hago una entrada que no sea moñas, así que ya va siendo hora.

El otro día, fui a Madrid con Master porque él tenía que comprar unos libros. Como nadie más salía el plan era ir, comprar y volver, nada especial, simplemente no quedarnos tirados en casa.

El caso es que una vez que llegamos a Sol (Después de llegar tarde y perder el tren, para no perder las buenas costumbres) y nada más salir, en mitad de la plaza, petada por la pre-navidad (Que ya os contaré lo que pienso yo de esta época del año en Madrid centro) y llena de guiris y de, lo que yo llamo ChicosCatálogo, que vienen a ser la cantidad ingente de tíos buenos que uno se encuentra por el centro, nos encontramos a Ko y un grupo de gente que llamaremos LosJebis (Por ejemplo) y fuimos juntos a comprar el libro y dar un pequeño paseo por las calles aledañas a Sol.

Cuando ya habíamos comprado las cosas, LosJebis querían ir a un parque porque tenían... cierta cosa... que se fuma.. y estuvimosfumandoenunparqueinfantilperolopongojuntoparaquesigaispensandoqueyosoymajoeinocente.

Bueno, en realidad se lo fumaron todo dos y nosotros estábamos debajo de dos paraguas en un columpio infantil naranja fosforito. Muy discreto todo.

A lo que iba, después de estar en el parque decidimos coger un bus para ir hasta Francos Rodriguez porque allí nos esperaban más del grupo de LosJebis. Bien, pues al subirnos al autobús, se encontraba la mismísima hija de Satán, acompañada por Ms. Satán y la hermana mayor a la que le faltaba un hervor, que yo creo que era adoptada, pero bueno, no digo na, que luego to se sabe.

Dicha niña, estaba jugando a uno de esos juegos odiosos e irritantes a los que tanto nos gusta jugar cuando somos pequeños y nuestra única forma de vengarnos del mundo es joderle la marrana un rato a nuestros padres. EL VEO VEO.

Yo ya pensaba que esto iba a ser un viaje odioso, en los que te dan ganas de golpear a esos pequeños seres con palos de pinchos. Pero resulta que no, que se convirtió en uno de los viajes en bus más divertidos que he tenido en mucho tiempo. ¿Por qué? Simple, las conversaciones de ese juego eran de este tipo, literalmente:


Ms.Satán: Veo veo una cosita que empieza por la letra B.

NiñaDelAverno: Chaqueta.


SI, OLE TUS COJONES NIÑA HERMOSA. OLE TÚ Y TODO TU ÁRBOL GENEALÓGICO.

Y direis, tío, como te pasas, que era una niña pequeña. Si, pero es que la cosa no acaba ahí:


Ms.Satán: Nooo, por la B de balón.

NiñaDelAverno: (Gritando con voz chillona y odiosa todo) SILLA, VENTANA, CONDUCTOR, AUTOBÚS.


Ko y yo moríamos de la risa en el asiento de atrás, pero los lagrimones llegaron con la siguiente, os recuerdo que en el Veo veo hablas de cosas que ESTÁS VIENDO:

HermanaEspecial: (Por cierto, ésta tendría unos dieciséis años, que más adelante veréis el porqué de la explicación) Veo veo una cosita que empieza por la A.
NiñaDelAverno: ¿Avión?
HermanaEspecial: Nooo
NiñaDelAverno: UNICORNIO.

Y ya está, aqui ya no podíamos más y nos descojonamos en mitad del autobús de una niña de 6 años.

Y os aclaraba la edad de la hermana porque ya lo que nos hundió del todo fue:

NiñaDelAverno: EMPIEZA POR LA O (La frase chorra del principio la niña no la encontraba necesaria)
HermanaEspecial: Hospital.

Yo me moría, pero esa era nuestra parada, y salimos entre gente que nos miraba raro. Al final no había nadie y el viaje fue a lo tonto, pero mereció la pena oye.


Smoke

I take one last puff to my cigarette as I see the fire burning it, and killing it forever.

As the smoke rings fly across the air, I think of the memories that this killing pleasure brings to me. Both, good and bad ones.

I remember my mom, making soap bubbles with smoke inside while I make her smoke another and another cigarette just to make me happy seeing the bubbles floating before exploding in a mix of water, soap and smoke. I was just 7 years old.

I remember some friends, I remember how we share the smoke of the hookah, and I can't help thinking on how friendship can end just because of simple things, that you don't notice until it's too late.

I remember how my dad quit this toxic joy after having pneumonia, for his own health, and suffered a much worse destiny, just for doing stupid things with alcohol, and a tree. Falls from trees can be more dangerous than you would ever think they are.

I know smoking kills me, and I know I shouldn't do it, but I think on the lifestyle I would love to have, singing, acting, having fun... living.

You know what they say, live fast, die young, and let a beautiful corpse.

I'm not saying that I do it because it's cool, and nor because I'm addicted to it, I just feel that it's what I feel like doing right now, no matter what people tell me.

I've noticed, that my future is just like the smoke that my cigarettes create, blurry, light, and you never know where it's going to go, unpredictable, and driven by then wind... will I ever know who I am? Will I ever fulfill my dreams? I don't really know it, and I don't really care, I just wanna be free and fly through the different surprises that life has prepared for me.

PD: Perdón por la entrada en inglés, pero es una entrada de pensamientos propios, de la persona que quiero ser, y siento que es el idioma que mejor me representa, si alguien no lo entiende, sois libres de preguntarme.

Somewhere only we know

Un relámpago cruzó el cielo.

El chico se puso sus pantalones grises y su camiseta nueva, cogió la correa de la perra y se dirigió a la calle, con el pelo enredado con el viento, y la cabeza enredada con pensamientos de todo tipo. Su futuro, el libro que estaba leyendo, la idea del chico perfecto, e incluso un par de fantasiosas conjeturas sobre mundos mágicos y paralelos.

El viento levantaba arenilla y multitud de hojas que se arremolinaba alrededor del sonido de sus pasos, y alrededor de su mascota y amiga.

El olor que precedía a la lluvia, y los relámpagos que surcaban las nubes en esta tormenta veraniega, junto al enredo de pensamientos que había en su cabeza formaban la fórmula perfecta para lo que él llamaba un día de pensar. Sus días de pensar consistían en sentarse en uno de sus lugares preferidos del cutre barrio en el que vivía a ver el cielo encenderse mientras pensaba.

Recorriendo los diez minutos que separaban su casa de aquel lugar se mezclaban en su cabeza una horrible canción que había escuchado, pero que no podía olvidar y sus planes de futuro, e incluso de presente. El camino solo se veía interrumpido por las momentáneas paradas de su perra para hacer sus necesidades, ya que, a pesar de que fuese un día de pensar, seguía siendo hora del paseo para ella.

A medida que subía la cuesta que le llevaba a ese rincón especial pensaba en la gente nueva que había conocido, y en los viejos amigos con los que últimamente las cosas parecían atascadas, ya fuese por motivos materiales o por causas que escapaban a su conocimiento.

-Relaciones, que cosas más complicadas...- murmuraba para sí mismo mientras pasaba por encima de los restos de botellas y comida que algunos jóvenes habrían dejado esa misma tarde, cuando brillaba el sol, y eso era un parque, y no un rincón especial. -Vosotros sois muchos más cariñosos sin pedir nada a cambio- le decía a su acompañante, la cual le devolvía una mirada que, de haber sido humana, habría sido una mezcla de comprensión y asentimiento.

Al cruzar el arbusto en el que su mascota había parado para, una vez más, marcar su territorio, el chico encontró ese sitio que tanto le gustaba. Detrás de la pared de un colegio, desierto en esta época se extendía una explanada de hierbajos y matojos con un camino de arena de por medio que daba a la zona más adinerada de su ciudad. Justo al lado de la pared del colegio, había una bajada de arena, con escalones tallados por la gente que había pasado por ahí cada día durante años, o, quién sabe, puede que incluso décadas.

A la luz de otra descarga el chico se sentó en uno de esos escalones, mirando el espectáculo de luces que el cielo ofrecía, pensando en que había llegado a una etapa de su vida en la que él debería tomar decisiones nuevas y ser de una forma distinta. Era mayor de edad, lo que suponía responsabilidades. Responsabilidad, esa palabra que tanto le aterraba. Pensaba en el último esfuerzo del instituto antes de pasar a la época universitaria, pensaba en buscar un trabajo con el que permitirse los caprichos que su luchadora madre no podía proporcionarle por la situación en la que se encontraban. Pensaba en sus relaciones personales, que habían tomado un rumbo claro hacía a penas un año, y pensaba en las amistades borrosas que en ese momento parecían tan distantes, y en las nuevas que había enlazado gracias a algo tan inquietante como internet.

Todos estos pensamientos se vieron interrumpidos por una ráfaga de aire que recorría el pasillo que formaban la pared del patio del colegio y los matojos que se encontraban al lado. Una ráfaga que levantaba arenilla, que parecía que tenía como objetivo entrar en sus ojos, haciéndolos lloros. Pero ¿Era culpa solo de la arenilla? Él prefería pensar que así era.

Pasó unos minutos más ahí sentado, abrazado a su perra antes de que este le levantase el brazo con el morro, y le arañase el costado con la pata en busca de atención, mientras tiraba de la correa en la dirección opuesta a la que estaba.

-¿Qué te pasa? ¿No te gusta estar aquí, o es que te asusta la tormenta?- El chico miraba a su amiga como cuando miras a un amigo al que quieres picar para enrabietarle. -Vale, vale, ya nos vamos- añadía mientras su amiga le tiraba más y más para que abandonasen su rincón.

Estaba tan inmerso en sus pensamientos que ni siquiera se había dado cuenta de que había empezado a llover, ni lo habría hecho de no ser por el olor a perro mojado que emanaba el ser al que estaba abrazado.

-Te hace falta un baño- le decía mientras se levantaba de los escalones de tierra -y que conste que me voy por ti, que por mí me quedaba otro rato.

Y junto a sus compañera canina, el chico abandonó ese lugar, esperando otro día de tormenta eléctrica en el que volver a pensar de sus cosas, de sus problemas y de sus propios pensamientos. Puede que solo, para que no le molestase nadie, aunque cuando lo pensaba mejor, le encantaba la compañía que Sira le aportaba en aquel lugar especial, que tanto significado tenía para ellos dos.

Too independent for depending.

¿Sabéis? No estoy hecho para estar con alguien dependiente.

Me he dado cuenta, y no es que por ésto vaya a dejar a Max a un lado (Y menos la parte de los animales).

¿Pero nunca habéis sentido al estar con alguien, que era más un capricho de quiero estar con esta persona que de verdad quererla?

Yo creía que ésto era normal. No he tenido muchas relaciones, más bien ninguna, así que no sabía lo que era normal y lo que no. Pensaba que a medida que pasase más tiempo con esa persona sentiría más cosas, pero parece ser qu eno. Yo no voy a cambiar mi forma de ser, y esa persona no parece soportar esta independencia que me caracteriza.

No puedo tener ataduras, para mí estar con una persona significa tener a alguien especial con el que pasar algunas tardes, no TODAS.

Lo hablaba con mi muhé, mi mejor amiga, yo no soy de estar atado, él si lo es, me agobia muchísimo el pensar que tengo que ver a esa persona todos los días porque si no se sentirá mal.

Soy de estar tranquilo, de ser borde, de ser cariñoso en casos puntuales. No de estar todos los días siendo lo mas cuqui del mundo.

No estoy mal, de hecho estoy mejor que al principio, ha sido una semana, pero una semana que me ha hecho abrir los ojos, me ha hecho ver que es mejor esperar, y encontrar a alguien afín, que dejarme llevar por impulsos y entrar en una relación que no tiene futuro.

Me ha hecho ver que soy aun más independiente de lo que creía, y que si no se está dispuesto a compartir mi independencia me voy a agobiar, y voy a explotar.

¿Sabéis qué? Mejor su os quiero a vosotros lectores que aguantáis mis moñeces, y sobre todo a mis amigos, con los que lo paso mejor que, hasta la fecha, nadie más me lo ha hecho pasar:

Mi muhé, Ko, Nee, Sajke, Samaku, Gritos, Bailes y Uguet.

PD: Polla (Es para que no os acostumbréis al moñismo)

Max

¿Os acordáis de mis alter-egos? Bien, pues Max últimamente está pegando fuerte.

El otro día estaba con ChicaPerra, cuando nos dio uno de nuestros venazos. Os explico:

En principio, yo iba a su casa a hacer broches deformes y a ver como sus peces se pegaban con los pokemon de plástico que tiene dentro de la pecera; pero mirando en internet y desvariando un poco (Como siempre) acabamos llamando a un hombre que vendía cachorros de hurón por 30€. Sí, así, sin pensarlo dos veces, a lo inmaduro, como somos nosotros dos.

En un principio iba a ser una mascota encubierta, íbamos a esconderla en CDA e ir todos los días a verla, porque nuestras madres no nos dejarían tenerla, pero ese mismo día se lo dije a PyschoMom, y al verla tuvo una reacción más o menos así:



Así que ahora mismo os presento a Bagheera (O como coño la llaméis, porque mis amigos la llaman Moka, Coco, Furret, Draco...):



Es bipolar. Pasa de estar zombie a morder a todo lo que pilla, pero bleh, tiene 2 meses, ya se le pasará.

¿Y os acordáis de la otra característica de Max, a parte de los animales? Pues deducid vosotros... :)

"Democracia"

Yo iba a hacer una entrada de mi graduación. De lo bien que me lo pasé bebiendo y fumando con mis profesores americanos buenorros y de lo que voy a hacer en septiembre, pero es que me parece que la situación actual del país es mucho más importante que mi borrachera de graduación, aunque para los políticos no sea así.

Tiempo atrás yo era una de las cosas que ahora mismo más odio, era apolítico. Era de aquellos que pensaba que "Buah, que mas dará lo que yo diga si se decide por la mayoría, y por uno, no pasa nada."

Pero vaya que si pasa. Pasa mucho. Un solo voto puede ser decisivo. Pero no voy a hablar hoy ni de mis ideas políticas ni de la gente que no vota, no. Voy a hablar de esos valientes que están día y noche en las plazas españolas defendiendo lo que nos pertenece, defendiendo una democracia justa y real, y no lo que tenemos ahora.

Me sienta mal el no estar allí acampando, ya sea por mi corta edad, por el miedo, por responsabilidades en casa importantes etc... pero si es verdad que apoyo la causa desde aquí, que intento que la gente vea más allá de los medios de comunicación y de lo que nos intentan hacer ver.

Pero esta entrada la hago porque, a pesar de que todos sabíamos que ésto no iba a ser un camino de rosas, lo que ha sucedido en Barcelona me parece denigrante, vergonzoso e intolerable.

Podría decir muchas barbaridades sobre los mossos, pero no serviría de nada, y a pesar de la rabia que siento y de la impotencia, sé que ésto esta ocurriendo porque ven que el cambio se está acercando, que una democracia depende de la gente, ya que ésta son sus pilares, y sin los pilares, todo este circo se cae. Se destroza levantando una polvareda de mierda que dejará un terreno yermo en el que se podrá construir algo nuevo, y algo estable, creado por todos.

Podría intentar explicar lo que está ocurriendo, pero las imágenes y los vídeos que hay por toda la red lo dicen por mí.

Podría ensañarme con las familias de los responsables, pero el insomnio que la culpa les debe de estar causando es mucho mejor que cualquier cosa que yo pudiera decir. La duda. La duda del saber si lo que están haciendo de verdad les sirve para algo, y de no ver que están yendo en contra de sí mismos apoyando a unos políticos que mueven todo este teatro desde arriba sin importarles lo más mínimo.

Podría decir que me da igual porque no quiero quedarme a vivir aquí, pero no creo que ningún lugar merezca éstas condiciones.

Podría hablar sobre la situación de nuestro querido país, el cual más que el sur de Europa parece el norte de África, pero hasta en África se están levantando contra lo que hay que levantarse.

Podría describir cada sentimiento, pero creo que todos sentimos lo mismo.

Podría seguir con esta entrada muuuucho más tiempo, y repetir lo mismo que dice todo el mundo, pero esa misma repetición es la que nos une, y la que convierte este pequeño levantamiento, en una gran revolución.

No nos vamos, no tenemos miedo, y ésto va a cambiar.

Alter-egos.

Por el tuiter lo digo bastante, y los que me conocéis lo sabéis bien: No tengo nada claro en esta vida, ni que voy a hacer en un futuro, ni que voy a estudiar, ni donde voy a estar mañana. Nada.

Lo único que tengo claro es que quiero disfrutar haga lo que haga y que quiero ser yo mismo. Pues bueno, ese "Yo" siempre ha sido muy variado, por decirlo así. Aunque no debería ser así, me comporto de una forma u otra depende con las personas o el grupo en el que esté en ese momento. Cambio de estado de humor rápidamente (Normalmente al cabreo) y soy extrovertido de narices.

Bien, pues digamos que mi personalidad esta dividida en 4 alter-egos que os presentaré hoy. Tienen nombre y todo: Max, Drew, Simon y Harry. (Sí, todo nombres ingleses ¿Qué pasa? No me apetece llamar a una parte de mi personalidad Paco o Fulgencio, con todos los respetos a los Pacos, a los Fulgencios no, bueno sí, a sus padres no, que la puta que los parió llamar Fulgencio a un niño, si no lo quieres, lo das en adopción, pero no lo condenes así. Y este paréntesis está siendo muy largo, voy a centrarme.)

La mayoría de la gente cuando me conocen conocen a Psycho en sí, una mezcla de las 4 en la que no destaca ninguno. Cuando estan las 4 juntas soy extrovertido, gracioso (O lo intento) hablador, etc etc...

Peeeero, dependiendo del momento en el que me encuentre, a veces una personalidad sale más a relucir que otra, y a parte, es curioso, porque cada uno se corresponde a una de las cosas que quiero hacer en el futuro.

Veamos, el que la gente suele conocer más rápido es Simon. Simon es el borde, el manipulador, al que no le importa una mierda hacer daño a la gente por decir lo que piensa o hacer lo que quiera para conseguir lo que se proponga. Sí, es la parte un poco hija de puta, pero mi parte borde suele aflorar muy a menudo. Pasad una tarde conmigo y posiblemente conoceréis a Simon rápido. En cuanto al futuro, Simon quiere hacer algo en lo que gane pasta, pueda tener una casa enorme y cubista con cristaleras gigantes y poder comprar todo lo que quiera cuando quiera. Incluso gastarse 10.000 € en una noche de hotel.

Harry es el lado salvaje, el que está más salido que la pata de una mesa, el que busca a cada rubio con un skate en todas las esquinas posibles, y desnuda con la mirada. A Harry le encanta vivir el presente, sin pensar en las consecuencias, ya sea no haciendo nada en todo el día, o simplemente tomando decisiones sin pensar en como puedan acabar. Harry no quiere trabajar, Harry quiere vivir en una playa Australiana tirado a la bartola hablando con todo el mundo y tirándose a todos los surferos que pasen por delante de su casa de la playa.

Luego tenemos a Drew. De Drew la gente solo suele conocer la parte del futuro. Drew quiere ser famoso, quiere cantar o actuar, vivir la gran vida, tener un ático impresionante en Nueva York, y no estar en un mismo sitio más de un mes. Poder vivir a lo grande, pero con conciencia, y dando parte a su madre e invitando a sus amigos a todo lo que le sea posible para estar con ellos y pasárselo bien. Pero a Drew no solo le gusta la música por el dinero. Es su vida, le llena, canta en cada segundo que pueda, cualquier tipo de canción sin importar si se le da bien o no.

Y el último, y más difícil de conocer es Max. Max es un chico cariñoso, tontorrón, que ayuda a sus amigos sea como sea. Le encantan los atardeceres y estar tirado en el césped con alguien a quien quiera, los domingos en casa con su chico abrazados viendo una película y sus dos perros, su gato, su hurón, su falsa coral y su chinchilla. Quiere vivir dedicando su vida a los animales, no le importa tener que vivir en una caseta siempre que por la tarde pueda ir a ver a sus amigos no humanos, y poder abrazar a ese león que está tan mayor mientras escucha como ronronea.

No me suele gustar admitir mi verdadera personalidad, ya que siempre juego un poco con la gente e intento a veces aparentar lo que no soy, no por vergüenza, si no por diversión, como si fuese un teatro, pero así es como soy en casi todas las partes, y todas juntas, hacen a este pequeño tarado, al que, aun no sé por qué, estáis leyendo.