Ir a comprar y volver sin ná.

Últimamente me estoy dando cuenta de que el tipo de blogs que yo conocía al principio, el de contar las cosas que te ha pasado ese día, y al siguiente y al siguiente etecé, cada vez me gustan menos, porque mas que un blog parece un diario.

Y hombre, ya dispuestos a remodelar completamente el blog, remodelemos también éste aspecto, que yo tengo unas cuantas de estas. Así que ahora, pondré cosas que me pasen que me parezcan graciosas (Al resto, que a lo mejor a mi en el momento no me hizo ni puta gracia eh) o hazañas de las que si me las quedo dentro, lo acabé pagando caro. Concretamente lo que cobre el psicólogo.

Así que eso, en la nueva era del blog, todo va a cambiar... proximamente en los mejores cines

Y bueno, que últimamente en vez de hacer cosas, no hago más que escribir que las voy a hacer, así que empezaré esta nueva época del blog con una de mis historias de pérdida de memoria y/o objetos materiales en el proceso:

La gente que me conoce sabe que vendí mi memoria por droga, de hecho hasta la gente que no me conoce se da cuenta de eso rápidamente. Es decir, tengo buena memoria para algunas cosas (Las que me interesan) pero normalmente soy un auténtico desastre, tanto que puedo ir a un centro comercial y volver sin nada. Literalmente, sin nada. Bueno la ropa si joder, que os conozco:

Suena el móvil.

-Psycho, soy ChicaPerra, que Ancla nos ha invitado a su piscina, vente.
-ChicaPerra, sabes de sobra que odio las piscinas, hay niños corriendo y salpicando y gérmenes, y chonis y...
-Que te calles, que sabes que no tienes plan alguno y hace un calor de la hostia.
-Joder, pero que no tengo ni bañador ni hostias, si me acompañas a comprarme uno vale, si no que os den a las dos por donde amargan los pepinos.
-Pero... si hemos quedado esta tarde, a las 5. ¿Cuando coño piensas ir a comprarlo?
-Ya, obviamente, tira pa la parada del bus, que voy yendo.

Y perdemos el bus. Y cogemos el siguiente. Y llegamos al centro comercial.

-Vale, y ahora ¿Donde coño me compro yo un bañador aquí que ni me cueste un riñón ni sea pokero?
-Creo que aquí de eso no gastan.
-Pues estamos apañaos...

Después de recorrernos medio centro comercial, eliminando posibles candidatos a bañador porque, o eran mas feos que el aborto de un mejillón, o se pagaba con órganos vitales, o debido a mi mierda de cintura me quedaban grandes hasta los pequeños, encuentro uno, más cantoso que un torero con traje de luces en un entierro y me lo compro.

-Tengo hambre, vamos a comer algo.
-Vale, que tengo cupones descuento para el Burriquín.
-Genial, así pagas tu y como yo, que esta la cosa mu mala.
Siempre aprovecho los tickets de ChicaPerra para comer por el morro.

Comemos, y a eso de las 3, cogemos el autobús de vuelta. Bueno, el que creíamos que era de vuelta, porque tenemos los dos el mismo sentido de la orientación que un ladrillo. Y nos plantamos en el coño de CutreVilla.

-¿Tenemos que andar TODO esto?- Digo señalando el bonito camino con sol Madrileño que nos espera - Le estoy cogiendo aun mas asco a las piscinas, y joder, encima tengo que cargar con la bol... HOSTIAPUTATÚQUEMEHEDEJADOLABOLSAENELAUTOBÚS.

Y detrás del bus que vamos, más al coño aun, a ver si cogíamos al autobús que daba la vuelta relativamente cerca, pues no, ni de coña. Así que nos plantamos en la parada de sentido contrario a esperar al bus que tenía las cosas para entrar a por ellas, porque a parte del bañador, me había dejado la cartera con DNI, dinero, la droga tarjetas varias...

Después de subirme en 2 autobuses que no eran, por el morro claro, solo para mirar si esta la bolsa o no, ante la estupefacción de los viajeros, decidimos andar un poco para no perder el tiempo, y perder el bus que si que la tenía. Bueno, esto no lo decidimos, es que el autobusero era un poco hijo de puta no debió vernos, y no paró cuando le hacia multiples aspavientos cual epiléptico en pleno ataque mientras corría y gritaba detras del bus.

Así que nada, me volví con menos de lo que tenía, rescate un bañador andrajoso del cajón para ir a la maldita piscina, y le conté a mi madre que nos habían atracado, porque era la cuarta cosa que perdía esa semana, y no me apetecía morir joven.

En la próxima os cuento como recuperé la bolsa, yo os avanzo que sale una rumana caritativa...

4 comentarios:

  1. "si no que os den a las dos por donde amargan los pepinos"

    "y no paró cuando le hacia multiples aspavientos cual epiléptico en pleno ataque mientras corría y gritaba detras del bus."

    Me mata, en serio xDDDD

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  2. Me mola el cambio de rumbo del blog, a mí tampoco me mola leer los "diarios" de la peña, sino sus anécdotas.

    Por cierto, los autobuseros son unos malamadre todos, son como los taxistas pero en versión sindical.

    Lo de mas feo que el abroto de un mejillón me lo apunto, ese no me le sabía, y es tremendo.

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  3. xDDDDDDDDD aun recuerdo cuando me lo contasteis, fue bastante dificil de creer XD

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